1. Introducción
La coordinación diocesana o zonal es parte de la organización de Schoenstatt, es el gremio que coordina a las ramas del Movimiento en una diócesis o zona, por lo mismo, el recordar y repasar la estructura y la organización de Schoenstatt nos permite renovarnos y recordarnos sobre la tarea que cumplimos y de esta manera clarificar nuestro rol, también permite despejar dudas y analizar situaciones.
La intención es que a la luz de la organización y de la estructura de Schoenstatt podamos hacer un repaso de nuestra actuación y ver qué logros y dificultades se han experimentado en la coordinación que estamos realizando, por esto mismo queremos ver cuáles son nuestras funciones en el contexto de la organización de Schoenstatt y nuestras atribuciones.
2. Algunos aspectos sobre la estructura y la organización de Schoenstatt
Existe literatura a disposición que nos permite estudiar en más detalle los principios de la estructura y de la organización de Schoenstatt. Aquí queremos detenernos en un par de puntos principales, concretamente en dos criterios de importancia.
2.1. La importancia de la vida
Para hablar de la estructura y la organización hay que mencionar que ésta es el fruto de un largo desarrollo, de años de observación y de conducción por parte del P. Kentenich, especialmente en la conducción de las Hermanas de María y en forma más amplia de toda la Familia. Por eso mismo, la organización de Schoenstatt es un producto de la vida, el mismo Padre Fundador insistió que las formas y estructuras debían ser expresión de la vida y del espíritu y que había que cuidar que se mantuviera el primado de la vida y del espíritu por encima de la organización. Según su pensamiento es preferible tener una vida fuerte y desbordada unida a una organización débil a tener una organización férrea o muy bien estructurada y una vida débil.
La estructura y la organización por lo tanto es producto de un proceso de vida y no de un estudio de escritorio y de una planificación humana, por eso mismo la organización debería ser según el pensamiento del Padre un seguro y un camino para que la vida continúe desarrollándose y creciendo, por lo tanto, la estructura y la organización están al servicio de la vida.
2.2. Importancia de la universalidad
Para el P. Kentenich el carisma de Schoenstatt significa un regalo para la Iglesia, Schoenstatt está al servicio de la Iglesia y por lo tanto como ella posee un carácter universal. Esto significa que cualquier bautizado puede tener acceso a este camino, por ello, un primer criterio orientador es que nadie puede ser excluido, cualquier persona puede pertenecer a Schoenstatt.
Un segundo criterio orientador dentro del carácter universal de la Obra dice relación con la apertura que debe tener Schoenstatt a todos los grados de compromisos que son expresión de las diferentes vocaciones, es decir, las personas pueden participar en Schoenstatt desde un mínimo hasta un grado máximo de compromiso según su vocación.
Estos dos criterios permiten estructurar a Schoenstatt de la siguiente manera:
1) De acuerdo a la universalidad según el estado y
2) de acuerdo a la universalidad según el compromiso.
Tenemos entonces cuatro columnas para estructurar a Schoenstatt desde el punto de vista del estado de vida: dos columnas corresponden a estados naturales: hombres y mujeres, las otras dos columnas corresponden a estados de vocación: familias (matrimonios) y sacerdotes.
Posteriormente se creó una quinta columna: la columna de los enfermos que nace principalmente después de la Segunda Guerra Mundial. Aquellos enfermos incurables representan una realidad que tiene unas características particulares y son principalmente por su entrega, su sacrificio y como portadores del dolor y la enfermedad fuente para las contribuciones del Capital de Gracias.
Desde el punto de vista del grado de compromiso se desarrolló una estructura que hoy conocemos como formas de pertenencia. Según el compromiso que cada uno asume de acuerdo a su vocación pertenece a tal o cual comunidad en Schoenstatt y eso entrega por lo tanto una forma de ordenarse dentro de la estructura.
Tenemos así, entonces grados de compromiso que van desde el Movimiento Popular y de Peregrinos hasta los Institutos. Los grados de compromiso no hablan y no dicen nada en relación a la calidad del compromiso ya que todos estamos llamados a la santidad a partir de la espiritualidad de Schoenstatt, tenemos el ejemplo muy claro de don Joao Pozzobon que está en proceso de beatificación y que estrictamente hablando pertenece al círculo más amplio, esto es el de peregrinos.
Cuando hablamos de pertenecer a la estructura de Schoenstatt en una comunidad determinada a partir del compromiso estamos hablando en concreto de una división o una subdivisión que se va dando a partir de tres campos del compromiso que son los que definen la pertenencia, estos son:
a) El compromiso apostólico.
De acuerdo al grado de compromiso apostólico la persona pertenece a una u otra comunidad.
b) La relación comunitaria.
El grado en que una persona o matrimonio se compromete con otras personas de la misma rama para formar una comunidad más amplia o más reducida determina por lo tanto su integración en la estructura de Schoenstatt.
c) Y por último el tercer campo se refiere al trabajo ascético, es decir, al campo de la profundización espiritual como persona o matrimonio. De acuerdo a los compromisos espirituales que asume debido a su compromiso apostólico determina también esta persona o matrimonio su integración a un determinado nivel de la estructura de Schoenstatt.
Es importante decir que el grado de compromiso comunitario y ascético representa el fundamento y está al servicio para cumplir adecuadamente el compromiso apostólico que es esencialmente el elemento que define la participación en uno u otro nivel de la estructura.
3. Organización
Por organización entendemos el modo que se relacionan los diferentes miembros al interior de cada categoría y nivel para lograr la finalidad de su comunidad. Lo normal es que personas que se han incorporado por un determinado grado de compromiso apostólico y pertenecen a una de las columnas configuren una comunidad que necesita una determinada organización. Por esto mismo, tenemos dos tipos de organización dentro de Schoenstatt que es la organización membral, organización que dice relación al interior de cada comunidad (rama de matrimonios, juventud masculina, Instituto de Familias, Federación de Señoras, etc.) y por otro lado, tenemos la organización territorial que está orientada a organizar en un territorio las distintas comunidades de Schoenstatt que participan en ese territorio. Esto ha llevado a una diferenciación territorial desde lo más amplio que es lo internacional hasta lo particular que es lo diocesano, y así tenemos:
a) Consejo Internacional de Familia
b) Consejo Nacional de Familia
c) Central Nacional (Asesores)
d) Consejo Diocesano de Familia
e) Dirección Diocesana de Familia
f) Coordinación diocesana de Familia
Para nuestro trabajo como Coordinadores Diocesanos nos interesa fundamentalmente tener una visión en relación al Consejo Nacional de Familia y a la Central Nacional de Asesores, porque son los dos organismos con los cuales como coordinación diocesana tenemos una relación permanente.
4. Coordinación Diocesana de Familia
La coordinación diocesana de Familia como todo organismo de conducción en Schoenstatt ejerce su servicio basado en los principios de autoridad que nuestro Padre Fundador desarrollara a lo largo de la vida de nuestra Familia. El estilo de conducción y la espiritualidad que lo sostiene queremos profundizarlos en las siguientes charlas. Aquí lo que interesa es principalmente tomar conciencia nuevamente de cuales son nuestras funciones y nuestras atribuciones que aparecen desarrolladas en el folleto sobre los “Estatutos y las Directrices de la Familia de Schoenstatt en Chile” (2003).
A partir de estas directrices queremos tomar conciencia de la importancia de nuestra labor en la perspectiva de la diócesis, de la propia Familia que conducimos y de la Familia nacional.
4.1. Importancia de la coordinación diocesana para la diócesis
Como coordinación diocesana somos los representantes de la Familia de Schoenstatt como Movimiento en la diócesis o zona donde estamos viviendo y tenemos la tarea y la misión de ser Schoenstatt en la diócesis, es decir, de irradiar el carisma de nuestro Padre Fundador en la diócesis o zona donde nos encontramos. Esto supone que somos fuente de vida a partir de nuestra espiritualidad para la diócesis concreta. Esto significa que la Alianza de Amor, nuestra vinculación al Santuario o a la Ermita, nuestra relación con el Padre hacen desarrollar una vida que influye positivamente en nuestra Iglesia diocesana.
Por otro lado, nuestra Familia de Schoenstatt y su espiritualidad tienen como finalidad formar apóstoles que a través de su ser y su actuar sean instrumentos de evangelización en nuestra diócesis.
Como Familia diocesana en su conjunto ayudados principalmente por la coordinación diocesana estamos llamados a ser casos preclaros de Iglesia en pequeño, adelantar a través de nuestro ser, de nuestra comunión y de nuestra actuación el modelo de Iglesia pensado por nuestro Padre Fundador.
Y finalmente tenemos una influencia y un actuar en la diócesis a través de los proyectos que tienen una clara orientación concreta y efectiva de servicio a la Iglesia y a la sociedad en que nos encontramos.
4.2. La importancia de ser Familia de Schoenstatt
Como coordinación diocesana nos corresponde ayudar a fortalecer los lazos, los canales por los cuales fluye la vida que permitan ir construyendo la Familia del Padre en la diócesis. Las reuniones y todos aquellos instrumentos de coordinación con que contamos, como las ayudas que podamos realizar para crear espacios de formación (jornadas diocesanas y otros), unido a las acciones y proyectos dirigidos a fortalecer nuestra propia Familia, señalan campos que son importantes de tener en cuenta y de desarrollar a partir del trabajo de la coordinación diocesana.
4.3. Nuestra relación con la Familia nacional
El P. Kentenich, concibió para mucha de las comunidades de Schoenstatt una organización de carácter polar, para que de esta manera estuvieran en juego diferentes fuerzas que permitieran un mayor dinamismo de la vida en la Familia. Así también la comunidad diocesana no representa un ente aislado por muy autónomo que sea, sino que está incorporado a una Familia nacional. Tenemos a este nivel de la organización territorial de Schoenstatt diferentes polos, en este caso el polo diocesano y el nacional. La coordinación diocesana, especialmente los coordinadores diocesanos son partner de la Central Nacional de Asesores, con los cuales se mantiene un vínculo en primer lugar a través del director del Movimiento como también a través de los asesores que han sido designados para el servicio de esa Familia concreta.
Los coordinadores diocesanos son los primeros interlocutores del director del Movimiento. De acuerdo al modelo polar pensado por el Padre se espera de esta estructura un permanente fluir de corrientes de vida, impulsos y de servicio entre la estructura nacional y la estructura diocesana. Para ello es fundamental una coordinación diocesana con un buen funcionamiento, una muy buena coordinación y una permanente relación mutua, cuya responsabilidad a nivel nacional la asume el Director del Movimiento con la Secretaría Nacional.
P. Ivan Simicic